El primer gran paso para
emprender es tomar la decisión de hacerlo y el segundo gran paso es saber en
qué emprender. Hay varias motivaciones por las que se elige hacerlo, algunos
lo hacen porque no tienen otra opción para generar ingresos, otros porque
consideran que tienen todas las habilidades y ven esta actividad como una
oportunidad de crecimiento, algunos solo quieren obtener los frutos de su inversión y
otros lo ven como un vehículo para cumplir su propósito de vida.
Si te encuentras en alguno de
estos grupos de emprendedores, seguramente algo que haz considerado para
comenzar tu proceso es cuánto debe ser tu presupuesto para emprender y por otro
lado tienes en mente cuál es la rentabilidad que quisieras obtener. Tanto para
la primera como para la segunda pregunta hay algunas variables que afectan,
pero que algunos emprendedores han obviado, puede ser porque es la primera vez
que operan un negocio o porque no han avanzado en la planeación del mismo.
Hoy te comparto 3 variables que
debes tener en cuenta a la hora de elegir el negocio ideal para ti según tu
presupuesto.
1. Tu ocupación
Una cosa es emprender mientras
generas ingresos provenientes de otro trabajo o una fuente de ingresos
constante y otra cosa es dejar todo a un lado para emprender, quedándote sin
ingresos fijos para esperar a que tu negocio genere lo suficiente para vivir.
Dependiendo de tu ocupación necesitarás plantear una estrategia. Debes tomar decisiones sobre qué es lo que verdaderamente quieres para ti. Si eliges que por siempre quieres seguir generando ingresos fijos provenientes de un trabajo (donde tú no eres el dueño) puedes aprovechar para aprender de inversiones y tipos de negocio donde tu tiempo no se vea afectado por labores administrativas y que te puedas apalancar de otras personas para hacer crecer tu negocio hasta que te genere rentas o ingresos iguales o superiores a tu salario actual.
Si por el contrario tu elección
es ser 100% emprendedor de tu idea sin trabajar para nadie más, elige un negocio que te apasione completamente y que te haga levantar cada día con un
propósito claro, por el cual puedas afrontar y superar cualquier adversidad,
utilizando todos tus recursos propios como dones, talentos y creatividad.
Lee también como emprender desde
tu propósito de vida
2. Tu plan financiero, presupuesto y proyecciones
Algo que debes tener en cuenta
para emprender un negocio ideal según tu presupuesto, es tener una larga
reflexión acerca de tus finanzas personales.
Debes tener claro cuáles son tus
gastos vitales y tener un plan de contingencia para suplirlos, de manera que no
tengas que dejar tu negocio para buscar opciones que no sean las que tú quieres
para tu vida.
Para crear empresa define cuánto dinero tienes disponible para invertir y cuánto requiere tu plan denegocio, considerando que se va a gastar no solo en adecuaciones iniciales y en la puesta en marcha, sino que los primero meses, tu negocio, correrá el riesgo de no generar
ventas y tienes que tener un plan para suplir los gastos de operación (capital
de trabajo) de los primeros 6 meses.
Igualmente si tu opción es pedir
préstamos bancarios debes considerar de dónde sacarás el dinero para cumplir
con las cuotas mensuales del crédito. Si el negocio es tan atractivo que genera
ingresos en sus primeros meses, es ideal para ti. Si según tu análisis el
negocio puede tomar más tiempo sin generar ingresos, puedes empezar con los
recursos que tienes hasta que lo conviertas en un negocio autosostenible o puedes
acercarte a las diferentes entidades de apoyo que te guiarán en el proceso, tanto para obtener recursos financieros como hacer tu negocio más atractivo y
viable para presentarlo ante inversionistas y otras entidades.
En cuanto a proyecciones, ten
claro realmente ¿qué esperas obtener de tu negocio y en cuánto tiempo?. Si lo
haces solo porque quieres ver frutos prontamente, analiza aún más, porque crear
empresa toma tiempo y no hay una garantía que lo que te proyectas sea la
realidad, por lo tanto poner todas tus expectativas en los resultados del
negocio puede causarte “realización” si todo sale bien, o una gran frustración
si no era lo que esperabas. Si crees que puedes decepcionarte fácilmente y sea
difícil superarlo, revisa otro modelo de negocio donde no lo arriesgues todo.
Si quieres recibir frutos pero
eres consciente que emprender toma su tiempo y que es todo un proceso de
aprendizaje y validación, es tu negocio ideal, porque disfrutarás del camino.
Si lo sabes combinar con el tema que te apasiona y que harías por el resto de tu vida ¡estás en el camino!
Si lo sabes combinar con el tema que te apasiona y que harías por el resto de tu vida ¡estás en el camino!
3. ¿Qué tal tu administración del dinero?
Por último y no menos importante,
ten en cuenta esto: así como administras tu dinero, administras el de tu
empresa. ¿Eres paciente o te afanas por gastarte cada peso? ¿Sacrificarías
actividades y compras placenteras a corto plazo por resultados satisfactorios a
largo plazo?
Si tus respuestas conducen a que
te afana gastarte el dinero y que se te dificulta sacrificar tus actividades de
corto plazo por resultados futuros, es una señal que debes comenzar a educar
tus finanzas personales para que puedas recibir el negocio ideal para ti. Sea
cual sea el negocio, necesitará de una buena administración para que pueda
fluir y ser sostenible y tú eres el actor principal que hará que se mueva.
Hay unos negocios que requieren
de una mayor administración que otros, debes considerar que tan activo te ves
en todo el proceso administrativo y quienes deben ser tus aliados y
colaboradores para que no vayas a tomar una mala decisión financiera.
Si tu administración del dinero
es buena, cualquier negocio puede ser ideal para ti y solo debes tener en
cuenta las variables 1 y 2 de este post.
Tómate el tiempo necesario para pensar en tus respuestas y definir si el negocio en el que estás es el ideal para ti. Si sientes que no, revisa tu estrategia y alternativas.
Apoyando a "Lee lo que quieras pero lee"
Una campaña de Biblioteca Nacional y MinCultura
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por Escribirnos.